
La diversidad se puede presentar en la edad (niños, adolescentes, adultos y ancianos), en el género (ser mujer u hombre), en la etnia (ser mestizo o indígena), en la cultura (tradiciones y costumbres), en la posición económica (pertenecer a una clase social determinada), la religión (ser católico, ser cristiano etc.), en la orientación sexual (ser heterosexual o ser homosexual) y en la capacidad física y mental (ser sobresaliente, invidente etc.)
Pero es en la adolescencia donde se puede fortalecer la formación de la identidad personal ya que eres único e irrepetible. En lo social, en el trato diario y en la convivencia se puede producir varias identidades personales ya que las relaciones humanas se dan entre personas con algunos aspectos comunes y con otras que son muy pero muy diferentes.
Por ejemplo: “Soy Nancy, soy joven morena, acostumbrada a comer tamales, a escuchar música tropical, soy de clase media, católica, soy obediente y me va muy bien en la escuela.” “Soy Luis, soy joven, me gusta comer tortillas de harina y la música que me gusta es norteña, soy cristiano, soy rebelde y pues me va más o menos en la escuela.”
Aunque no se van a presentar así y si lo hacen muy pocas lo harían pero este ejemplo nos da una idea de donde se presenta la diversidad y que cambia de acuerdo con la persona de la que se trate y que sirven para autoidentificarse.
A esto se debe la diversidad de estilos que en algunas ciudades los adolescentes por lo común buscan relacionarse con un grupo o un estilo que se pueda relacionar con su ambiente social, con una actividad deportiva, con la música o con otras expresiones artísticas, y también así como con ideas políticas.
Y se les va clasificando cada estilo como por ejemplo los “fresas” les llamamos así o nos referimos así a los jóvenes relacionados con una clase social alta, por su manera peculiar de su lenguaje por su tono en las palabras y claro sus frases usadas.
También está el estilo dark que podría decirse que son los chicos que les gusta vestirse de negro, delineado sus ojos y sus labios con el mismo color en señal de melancolía o tristeza, el estilo cholo quienes por lo común usan tatuajes, con un paliacate, los pantalones flojos, relojes de cadena la imagen típica del “cholo”.
Y sin faltar el estilo punk que son los que usan piercings en distintas partes de su cara y cuerpo, su cabello teñido de distintos colores, peinados en forma de crestas.
Los adolescentes y los jóvenes nos desarrollamos en distintos contextos que nos influyen en la manera de ver la vida, nuestros gustos y sobre todo en nuestra imagen que elegimos para proyectar a los demás
Todas las personas somos distintas ya que muchas de nuestras diferencias se deben a nuestra forma de pensar y de vivir, al entorno y sobre todo a nuestras costumbres, y además tenemos rasgos físicos que nos distinguen a unos de otros.